El levantamiento de sanciones anunciado el pasado 16 de enero por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y confirmado por el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, significa el inicio del retorno del país persa a la economía global.
Según este acuerdo histórico, Irán obtiene acceso a sus activos congelados y al sistema de pagos internacional SWIFT.
Aunque todavía quedan algunas sanciones en vigor, las nuevas condiciones estimularán apertura y el crecimiento de la economía iraní. El FMI pronostica una atracción de inversiones a Irán de hasta 3.500 millones de dólares anuales. Las exportaciones iraníes a los países de la UE crecerán, considera el Fondo, hasta al menos 2.000 millones de dólares al año.
Esto implica nuevas oportunidades para las empresas de muchos sectores, entre los que destacan especialmente los sectores de petróleo, gas, petroquímica, energías renovables, ferrocarriles, automóviles, bancario, producción de alimentos y minería.