En un panorama económico global marcado por la pandemia de COVID-19 y tensiones geopolíticas, la República Dominicana emerge como un destino atractivo para la inversión en la manufactura de semiconductores. Con un crecimiento económico sólido y un ambiente propicio para la inversión extranjera directa (IED), el país caribeño se posiciona como un candidato destacado en esta industria de alta tecnología, valuada en $1 trillón para el año 2030.
El respaldo gubernamental, especialmente del gobierno de los Estados Unidos a través del CHIPS and Science Act, que ha comprometido inversiones significativas, impulsa esta tendencia. La República Dominicana, con su entorno empresarial en crecimiento, se alinea perfectamente con este impulso inversionista.
La modernización de la infraestructura regulatoria y logística del país, con programas como «Burocracia Cero» y la Iniciativa de Aduanas 24 Horas, agiliza los procesos administrativos y de importación/exportación. Además, su participación en acuerdos comerciales clave como el CAFTA-DR y el acuerdo de asociación económica con la Unión Europea brindan acceso preferencial a mercados internacionales.
El país también cuenta con una fuerza laboral capacitada, respaldada por instituciones educativas reconocidas como el INFOTEP, el ITLA y el INTEC, garantizando un suministro constante de talento para la industria electrónica. Esta combinación de recursos humanos calificados, infraestructura moderna y políticas favorables a los negocios coloca a la República Dominicana en una posición privilegiada para atraer inversiones en la industria de semiconductores y contribuir al crecimiento económico sostenible en la región.
La estabilidad y la diversificación de las cadenas de suministro son cruciales en el contexto actual, y la República Dominicana se presenta como un socio confiable para las empresas globales en busca de un nuevo hogar para sus operaciones de fabricación de alta tecnología. Su entorno empresarial estable y las Zonas Francas, que albergan más de 800 empresas con exportaciones sustanciales, hacen del país un destino atractivo para la inversión norteamericana en la fabricación de PCB y actividades de ATP de semiconductores.
Se insta a los responsables políticos a considerar asociaciones regionales para cadenas de suministro seguras, aprovechando la sólida economía del país, impulsada por la IED y respaldada por políticas favorables y una posición estratégica.
En línea con su compromiso de fortalecer su entorno regulatorio, la República Dominicana implementa el programa «Burocracia Cero», simplificando procesos administrativos, fomentando la digitalización de servicios y mejorando la calidad regulatoria. La Ley No. 16-95 aborda asuntos legales y fiscales relevantes para la inversión extranjera, estableciendo un régimen fiscal territorial y garantizando un trato favorable para los inversionistas.
En resumen, la República Dominicana se presenta como un destino atractivo y estratégico para la fabricación de semiconductores, respaldado por su crecimiento económico robusto, infraestructura moderna, políticas proempresariales y fuerza laboral capacitada.
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